Los feature phones o celulares básicos empiezan a perder terreno frente a los smartphones y así lo demuestra otro trimestre en rojo de Nokia. La buena noticia para los europeos fue un leve ascenso de la línea Lumia, con Windows Phone.
Con la llegada de los smartphones al mercado mundial, la compañía de teléfonos móviles Nokia no tuvo más opción que pensar nuevas estrategias para mantenerse en la estantería. La alianza con Microsoft parece ser una de las mejores decisiones ya que cuando la venta de equipos básicos entró en un descenso rápido, la incorporación de Windows Phone devolvió un poco del equilibrio perdido en las ventas.
Según el informe presentado por Financial Times sobre el último trimestre de Nokia, las ventas de los nuevos Lumia permitieron la facturación de 4,4 millones de aparatos inteligentes que representa un crecimiento del 2% respecto al trimestre anterior, cuando sólo salieron 2,9 millones. De este modo lo que podría ser una buena noticia para Nokia, queda opacado por la desventaja que transita la compañía frente a otras propuestas del segmento.
La llegada de equipos como iPhone o la lína Galaxy fue la razón que desequilibró las ventas de teléfonos móviles de Nokia que hasta entonces lideraba el mercado. Para salir de esta depresión apostó por desterrar el sistema operativo Symbian e incorporar el Windows Phone 8 en los modelos 920 y 820, ofreciéndoles a sus usuarios de Lumia características similares a las terminales de Apple y Samsung.
Pese a que este gran paso modificó las cifras en rojo, esto significó una importante inversión para renovarle la cara a Nokia. El resultado se vio reflejado durante las ventas de fin de año 2012 y comienzos del 2013, sin embargo resta un año muy duro para la compañía finlandesa en el que no sólo servirá que apueste en mejorar las bondades de sus equipos de alta gama sino que también tendrá que replantear el catálogo de sus aparatos de gama media y básica.
