En el marco de Mobile World Congress 2013, evento celebrado en Barcelona a finales del pasado mes de febrero, el Lumia 520 fue presentado en sociedad postulándose como uno de los productos destacados de la sociedad en el segmento entre Microsoft y Nokia. Su particularidad: anotarse en la gama media, un hecho hasta entonces inédito para la familia de productos Lumia. De este modo se comprende que la estrategia de Microsoft apunta a captar nuevos segmentos del mercado y no restringirse a la competencia con terminales de alta gama como iPhone 5, Galaxy S 4 o Sony Xperia Z. El acompañamiento de Nokia es ideal para este caso, desarrollador acostumbrado a bucear entre diversos perfiles de usuario, con equipos bien económicos hasta algunos de alto costo.
Lumia 520 tiene una pantalla de 4 pulgadas, con una resolución de 800 x 480 píxeles. Según indica Nokia, este screen táctil con un panel IPS ostenta una sensibilidad extrema. De hecho admite ser utilizado con guantes, un accesorio de la moda que usualmente no es amigo de la oferta touch.
Teniendo en cuenta su ubicación de segmento (y en consecuencia su valor monetario) la presencia de un procesador Qualcomm de doble núcleo es una buena noticia. Además, 512 de RAM y 8GB para almacenamiento interno, expandible a 64GB mediando microSD. Incluye cámara de 5MP y, más afín a su gama, no ofrece flash ni cámara frontal. También resigna la presencia de tecnología NFC, uno de los caballos de batalla de smartphones del catálogo como el Lumia 920.
Por supuesto, corre con Windows Phone 8 y es, entre todas las terminales con este sistema operativo, la más económica. Sus dimensiones aproximadas: 120 x 64 x 10 milímetros. Su peso: 124 gramos. Para los amantes de la variedad tonal, llega con alternativas de colores para su carcasa, un signo distintivo de Nokia. En definitiva, el Lumia 520 es una buena oportunidad para contar con un equipo Windows Phone 8 sin invertir la suma de dinero que exige un celular de gama alta.
